Curiosamente, el jamón pata negra más caro del mundo,
euros la pieza, proviene de estos peculiares cerdos ibéricos con
blanca.
Esta explotación solo comercializa medio centenar al año. Es el
de Jabugo, una variedad surgida en la zona tras cruzarse con otra de origen inglés, a finales del siglo
.
Ganó fama por su calidad y la variedad se asentó. Pero, como al resto de ibéricos le afectó la
de los años sesenta del siglo pasado. Pero fue su rareza y su escaso rendimiento comercial lo que a punto estuvo de hacerlo desaparecer en los años
. La diputación de Huelva logró recuperarlos.
El último censo que conocemos me parece que eran , concretamente hembras reproductoras las que estaban censadas en el libro genealógico. Y ganaderos, que nosotros conozcamos, hay , con manchado de jabugo en pureza. O sea que son muy pocos y eso es lo que se pretende... de que... bueno, de que se valorice lo suficiente la raza, de que tenga el precio adecuado. Estos animales son más costosos, porque son mucho menos precoces, son menos... más lentos. Son de crecimiento más tardío, pero luego el producto, pues creo que merece la pena al menos para un sector del consumidor. Y si al final se termina reconociendo y pagando se supone que habrá más ganaderos interesados. Pero ahora mismo estamos con unos niveles muy bajos de existencias.
Si ya en convencional ya cuesta unos y pico de meses, meses la crianza animal, ¿no? en ecológico cuesta todavía mucho más porque los alimentos no llevan ningún estimulante de crecimiento ni ningún aditivo. Con lo cual todavía es más lento. Se van a los años largos, ¿no? Entonces, bueno, pues, a nosotros nos ha merecido la pena, porque apostamos por esta raza, por las razas autóctonas y por esta raza en concreto, ¿no? O sea, no sé si es la FAO que considera un animal en peligro de extinción cuando tiene menos de cabezas. Esta variedad tiene unas... no llega a . O sea, hay menos que . O sea, imaginad lo grave que es esto, ¿no? que se perdiera esta estirpe, ¿no?
Es una de las sorpresas que esconden el Parque natural de Aracena y los picos de Aroche en la provincia de Huelva. Pueblos y dehesas están desperdigados en este emblemático lugar para la cría del cerdo ibérico lo que cada vez atrae a un mayor número de turistas.