En Valencia han condenado al anestesista Juan Maeso a 1.933 años de cárcel y a pagar más de veinte millones de euros por contagiar la hepatitis C a 275 pacientes. Allí en Valencia está Inma Canet. ¿Cómo se ha recibido la sentencia, Inma?
Pues los afectados, después de nueve años de lucha, han recibido la noticia con mucha satisfacción aunque para ellos los daños ya son prácticamente irreversibles. Tal y como estaba previsto a las diez menos cuarto se ha dado a conocer el fallo en el salón de actos de la Ciudad de la Justicia. Allí también estaban presentes acusa... eh presentes muchos de los afectados y sus familiares. La ausencia más destacada y sin duda la más comentada a lo largo de la jornada ha sido la del único procesado, Juan Maeso, quien, con su testimonio iniciaba ya hace casi año y medio este macrojuicio. A la salida el abogado, su abogado nos ha comentado que recurrirán el fallo ante el Tribunal Supremo.
Fallamos que debemos condenar y condenamos a Juan Maeso Vélez como responsable en concepto de autor de 275 delitos de lesiones ya definidos...
Maeso ha sido declarado culpable por el contagio de la hepatitis C a 275 pacientes y por cuatro delitos de homicidio imprudente. La audiencia Provincial de Valencia le ha impuesto al anestesista una condena de 1933 años de prisión y a pagar a los afectados unas indemnizaciones por más de 20 millones. Por su parte el abogado de Juan Maeso, Francisco Davó, ha anunciado que recurrirá la sentencia.
Finales de 1997. Comienzan las sospechas. Trabajadores de Iberdrola y Telefónica reclaman un estudio al hospital Casa de la Salud de Valencia al observar que algunos de los que allí han sido operados son ahora portadores del virus de la hepatitis C. Todo el personal del centro es sometido a análisis. Juan Maeso, anestesista da positivo. Meses después estalla el escándalo. La Consejería de Sanidad lo señala públicamente como el responsable del contagio masivo de hepatitis C en cuatro hospitales de Valencia desde 1988. En todos trabaja Maeso. Hay que esperar ocho años para que comience el macrojuicio contra el anestesista por haber contagiado a 275 pacientes, cuatro de ellos fallecidos a causa de la enfermedad. Según la acusación, Juan Maeso se inyectaba las sustancias opiáceas antes de pinchar al paciente con la misma jeringuilla. Al parecer, su afición a los estupefacientes no era algo desconocido para sus compañeros. Maeso siempre defendió su inocencia. El informe genético es claro. El virus de Maeso y el de los 275 enfermos es el mismo y según los expertos el suyo es el más antiguo.