La justicia de Chad imputó a cerca de una veintena de personas vinculadas con una ONG francesa por una serie de delitos relacionados con el intento de sacar de ese país africano a 103 menores de edad.
Los cargos contra nueve ciudadanos franceses y dos chadianos incluyen secuestro de menores y fraude, mientras que a siete españoles que integraban la tripulación del avión alquilado en el que iban a transportar a los niños se les acusa de complicidad en supuesto tráfico de menores.
Tres de los acusados de secuestro son periodistas que cubrían la historia del planeado vuelo a Francia. Todos se encuentran ahora detenidos en la ciudad chadiana de Abéché. Los acusados de secuestro afirman que pertenecen o trabajan para la organización no gubernamental El Arca de Zoé y que los niños eran huérfanos que estaban evacuando de la conflictiva región de Darfur en el oeste de Sudán.
Según la página de internet de esa fundación, el propósito era llevarlos a Francia, donde se solicitaría asilo político en calidad de refugiados y gestionar su adopción por parte de familias de ese país. El grupo se presenta como una organización sin fines de lucro "dedicada a la protección de niños huérfanos". Dice además tener sus orígenes en un club de aficionados franceses a vehículos todo terreno o 4x4 que comenzó sus actividades comunitarias ayudando a las víctimas del tsunami de diciembre de 2004 en Asia.
La página de internet también menciona como su fundador a Eric Breteau, un bombero voluntario, ex presidente de la Federación Francesa de 4x4. En abril de este año, el Arca de Zoé anunció que iniciaba una campaña junto a otras fundaciones francesas incluyendo Sauver le Darfur (Salven a Darfur) para evacuar unos 10.000 huérfanos de la región sudanesa.
Sus representantes insisten en que los niños que intentaban sacar a través de Chad eran huérfanos de Darfur cuyas vidas trataban de salvar. Se trataba de una evacuación médica, no de un operativo de adopción, aducen. Pero tal versión fue puesta en dudas por funcionarios de organismos de Naciones Unidas, como UNICEF, el fondo para la infancia, y ACNUR, el Alto Comisionado para los Refugiados. La delegada de ACNUR Annet Rehrl, en declaraciones a Europa Press, dijo este lunes que los 103 niños que se intentaban trasladar a Francia en un vuelo chárter con tripulación española no son huérfanos. Según funcionarios de UNICEF, muchos de los niños, que siguen alojados en un orfanato en Abéché, lloran por las noches pidiendo ver a sus padres, quienes en realidad vivirían en poblados de Chad.
La actitud del gobierno francés ha abonado más el terreno para abrir nuevos interrogantes acerca de El Arca de Zoé. El presidente Nicolas Sarkozy, describió como "ilegales e inaceptables" las acciones de sus miembros en Chad. Su secretaria para asuntos exteriores y derecho humanitario, Rama Yade, acusó al grupo de ocultar su identidad en el país africano, donde aparece registrada otra ONG, Children Rescue (Rescate de Niños), liderada también por Eric Breteau. Según la funcionaria, el gobierno advirtió hace meses al grupo sobre el riesgo que corría de infringir la ley, al tiempo que ordenó a la policía francesa iniciar una investigación sobre las actividades de la ONG. Por su parte, el embajador francés en Dakar, Bruno Foucher, luego de entrevistarse con el presidente de Chad, Idriss Déby, dijo que su gobierno no pedirá la repatriación de sus ciudadanos, quienes "responderán de sus actos en Chad".