número de supervivientes | 10 | ||
número de días desaparecidos | 16 | ||
número de años que han pasado | 25 | ||
número de ocupantes del avión | 40 | ||
número de días que caminaron por los Andes | 45 | ||
no se menciona | 72 |
día de mala suerte
comida
arriero
radio
suelas
Aún nos sigue sorprendiendo la historia de las 16 personas que
consiguieron
sobrevivir en plena cordillera de los Andes
después de que se
accidentara
allí el avión en el que viajaban desde Uruguay a Chile.
70 días estuvieron perdidos entre las montañas. Hoy se cumplen 4 décadas de aquel accidente.
Aquella historia
comenzó,
un 13 de octubre de 1972, un entonces viernes 13 que daría lugar al llamado milagro de los Andes.
De los 45 ocupantes de aquel avión de la Fuerza Aérea uruguaya estrellado en la
montaña
solo ellos, 16 sobrevivieron.
Fueron más de 70 días en condiciones extremas, contra el frío y el hambre.
Tuvieron que alimentarse de los cuerpos congelados de los
muertos.
Para mí ha sido realmente muy emocionante y sorprendente cómo de ese horror he podido ir revertiendo todo y logrando cosas superpositivas. Y hasta el día de hoy, ¿no?, 40 años después, sigo aprendiendo de la montaña y de la experiencia.
La fe y las ganas de vivir dicen fueron motivaciones que les siguen guiando.
La vida ha sido más que
buena
conmigo, hasta demasiado.
Y uno piensa que si
algo lamento
de aquellos 72 días... es no haber dado más, ¿verdad?
Porque siempre se puede dar más. Siempre.
José Luis Inciarte da las gracias por haber tenido la vida que otros no pudieron tener. La mayoría eran jóvenes, miembros del equipo
de rugby Old Christians de Uruguay que viajaban a Chile, algunos con
familia,
para jugar un partido.
Roberto Canessa junto a Fernando Parrado se aventuraría a
cruzar
las montañas para pedir ayuda.
Sergio Catalán, el arriero que les encontró y quien dio la
señal
de alarma.
Alguien al que ahora como entonces se le llenan los ojos de lágrimas recordándolo.
Son todos ellos protagonistas de una historia real
conmovedora
que, como ocurre de vez en cuando,
supera
con creces
a cualquier ficción.
Hoy muchos objetos recuerdan el instinto de supervivencia que siempre les acompañó como la radio
radio por la que a la semana del accidente
oyeron
que se suspendía el rescate
o
las cosas
personales por ejemplo de los dos que se aventuraron a atravesar las montañas para pedir ayuda.
Y estos son los zapatos que usé en
el recorrido.
Se ve en las suelas allí como están totalmente rotas
por todas las piedras, por los diez días de... de hielo y de... y de montaña.