2002, 2003, 2004... | Banco de Espãna | En los primeros años (desde 2002) las pesetas se llegaron a convertir en hélices de helicópteros. | |
2012, 2013 | chatarra | Ahora, las pocas pesetas que se recogen se venden como chatarra. | |
2020 | hélices | Solo el Banco de España recoge ya las pesetas. Lo hará hasta 2020. |
Además de particulares, pequeños comercios y coleccionistas son los que tienen la mayor parte
de los más de 1.600 millones de euros en pesetas que todavía
están
en la calle.
La peseta desapareció hace 10 años. En los primeros meses se devolvió casi todo lo que circulaba.
Ahora lo que
regresa
al Banco de España, aseguran, es un goteo.
No podemos decir que hayamos
llegado a su fin
.
No voy a decir que ya no vaya a volver más porque como le digo la experiencia está demostrando que en estos
últimos años pues vuelven los billetes
al ritmo de,
eso de 10 millones de euros al año, pero volverá poco más.
Solo el Banco de España recoge ya las pesetas. Lo hará hasta 2020, después no.
Esta máquina se
come
las monedas y nos devuelve su valor en euros.
Su destino, esta máquina trituradora. Se
derriten
y se reciclan. En los primeros años se llegaron a convertir en hélices de helicópteros
como este. Ahora, lo poco que se recoge se vende como chatarra.
[...]
Gran parte de lo que nunca se cambiará se lo van a quedar las familias que han conservado pesetas como recuerdo.
María Eugenia se ha encontrado súbitamente con 44.000 pesetas, poco más de 260 euros.
La verdad, es una... como una cosa un poco así... más bien nostálgica que... que no tiene ningún sentido cambiarlas.
Pero a personas como ella la crisis las está haciendo
cambiar
lo que tienen.
Por eso, algunos comercios siguen aceptándolas como medio de pago, por ejemplo, esta papelería.
[...]
Fernando las cambia después en el Banco de España. Tiene acumuladas 80.000 pesetas, es decir unos quinientos euros.
Guardará
gran parte de recuerdo.
Y si seguimos la huella de las pesetas llegamos a los coleccionistas profesionales. En España se calcula que hay unos 130.000.
Aunque en este grupo, también la crisis hace que muchos vendan sus colecciones.
Y por último las que se han llevado en los bolsillos los turistas. Es imposible calcular la cantidad.
Están
distribuidas
por todo el mundo. Y aseguran los comerciantes que todavía llega
algún
distraído
a nuestro país dispuesto a pagar con ellas.