Frase falsa.
Es cierto que a los niños el tiempo les parece pasar más lento, pero no es que su cerebro funcione de manera diferente.
Oímos
Los niños en cambio ven pasar el tiempo muy despacio porque su cabeza es una auténtica esponja.
El cerebro del niño está permanentemente acumulando información, teniendo nuevas experiencias y aprendiendo cosas.