La Casa Real está investigando cómo pudo llegar hasta
la audiencia real
el día de la proclamación de don Felipe
un joven al que se acusa de estafa y que se hacía pasar por un alto
funcionario
.
Francisco Nicolás Gómez Iglesias ha quedado hoy en libertad provisional.
En pleno puente de agosto Ribadeo se revoluciona con el rumor. Va a comer el rey Juan Carlos, pero en su lugar aparece
escoltado el supuesto enlace entre la Casa Real y el gobierno. Un
impostor
de película, Francisco Nicolás Gómez Iglesias.
Un guardia de esa supuesta policía secreta le
pasó
un móvil y él nos pidió disculpas porque tenía que
contestar
una llamada muy importante y su contestación fue Dígame, señora vicepresidente.
20 años, estudiante de empresariales en Madrid con un catálogo de fotos de
mucha importancia
con empresarios y políticos.
Les contaba que era
consejero
de Moncloa, dirigente del PP o hasta agente del CNI.
Un postureo para
jactarse
en Facebook hasta que cruzó la línea de la estafa. Pidió 25.000 euros a un empresario por un informe
y para mediar con el gobierno en la venta de un inmueble.
Arrestado
el martes hoy la jueza le ha dejado en libertad acusada de estafa y de falsa identidad y con la sorpresa escrita en su auto.
¿Cómo un joven, con solo su palabrería, ha podido llegar tan lejos sin
causar alarma?, dice.
O tan cerca de los reyes Felipe y Letizia el día de la proclamación.
El
supuesto
estafador vivía en este chalet situado en uno de los barrios más exclusivos de Madrid y cuyo alquiler superaría
los 5.000 euros
al mes.
Una vivienda que utilizaba para recibir a los empresarios que se supone que estafaba.
En la Casa Blanca se anuncia la llegada del señor y de la señora Salahi, pero nadie les ha invitado. Ocurrió en 2009.
La pareja se
introdujo
en una cena de gala y se fotografió con altos cargos de la administración.
Fue un escándalo para el servicio secreto que protege a Barack Obama. Tampoco
descubrieron
al falso intérprete de lengua de signos
que estuvo detrás del presidente durante el
entierro
de Nelson Mandela.
El caso del español Francisco Nicolás Gómez recuerda de algún modo el
de la pareja
Salahi en la Casa Blanca, pero también
al de muchos otros
estafadores.
En la lista de impostores este hombre que
da
conferencias tiene un lugar muy destacado.
Se llama Frank Abagnale Junior y Steven Spielberg contó su historia en cine.
Entre otras identidades el Abagnale real aparentó ser médico, abogado, funcionario de prisiones y piloto de aerolíneas.