español | adoquines | ||
Ricard | fregona | ||
Manuel | inodoro | ||
contaminantes | nevera | ||
sin electricidad | parilla | ||
no se menciona | pinza para ropa |
30
50 %
60 %
10 %
8 - 10
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20 - 50
La fregona, el Chupa Chups, el teleférico son algunos de los inventos españoles más conocidos. Hoy por hoy son muchos los inventores individuales que siguen trabajando en nuevas ideas. Hoy celebran su Día Internacional.
Ricard ha inventado y patentado estas parrillas para barbacoas. Giran mientras se cocina la carne lo que permite, dice, que resulte más jugosa. Ya tiene varios pedidos de particulares, pero necesita inversores.
Aquí lo que falta pues, ese empujón. Y ese empujoncito final que le queda para, pues lanzarlas al mercado.
En España se presentan de media unas 30 peticiones de nuevas patentes cada día. La mitad son de inventores individuales como Manuel. Ha desarrollado este aparato que facilita la limpieza del baño.
Se me ha ocurrido, bueno, limpiando los baños, limpiando los baños que yo no quería poner la mano dentro del inodoro.
Hay muchos de estos inventos que los puede, para el caso, inventar pues, incluso, un niño y sin embargo tiene un mercado grande.
Como estos adoquines que ya están a la venta. Tienen una capa de silicio que, según sus inventores, descontamina la atmósfera al reaccionar con la luz del sol.
Se produce una reacción de fotocatálisis que lo que hace es transformar los contaminantes que tenemos en la atmósfera en partículas inofensivas, en nitratos.
Aseguran que elimina hasta un 60 % de los contaminantes atmosféricos. Cuesta un 10 % más que un adoquinado normal y ya está instalado en ciudades como Madrid o Santander.
Un refrigerador completamente ecológico que funciona sin electricidad. Es el invento de esta joven ingeniera de Marruecos, pensado para zonas rurales de Marruecos a donde todavía no llega el suministro eléctrico o cuyos habitantes no pueden pagar la factura de la electricidad. Puede conservar de 8 a 10 kilos de alimentos y medicinas a una temperatura de entre 6 y 12 grados, nos cuenta la creadora, Rawya Lamhar. Estas neveras de barro se basan en el principio de la refrigeración por evaporación. Solo necesitan agua y arena y cuestan entre 20 y 50 euros.