Hoy día, el Mediterráneo es un mundo turístico. Uno de cada cuatro turistas pasa las vacaciones en el Mediterráneo.
La ciudad histórica de Dubrovnik en Croacia tuvo la suerte de no sufrir daños sustanciales en la guerra de los Balcanes y ahora los turistas que la visitan cada año son dos veces más numerosos que los habitantes de la ciudad.
Los 250 millones de turistas que pasan unos pocos meses en el Mediterráneo forman un reto particular en el tema del consumo de agua, el suministro de energía y la contaminación.
Además cada vez hay menos espacio habitable para la población local que ya por sí es muy importante.
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