En Francia un restaurante de carretera ha recibido una estrella Michelín erróneamente. El premio era para otro restaurante. Les ha durado muy poco, solo una semana, pero
bastante para ser famosos y seducir a muchos nuevos clientes. Un premio que ya nadie les arrebata.
De boca a oreja, la estrella Michelin se equivocó de trayectoria, 180 kilómetros al sur. Y llegó a este pequeño bar familiar con menú a 12 euros y trabajadores como clientela habitual. Un premio carambolesco que inundó de llamadas y felicitaciones a la dueña, Veronique Jacquet.
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Una semana de confusión fue suficiente para que curiosos y sibaritas desbordaran de reservas el pequeño restaurante.
Es cocina sencilla, nada que ver con una estrella Michelin, dice este cliente, pero es un buen lugar para recordar.
En Boutervilliers, en el otro De Boca a Oreja - alfombrado y doble mantel de lino, el menú con copa de champán, flan de langosta, sesos de ternera y pera al chocolate crujiente - iban huérfanos de reconocimiento. Pero llegó. Y el chef, Aymeric Dreux, no da importancia al error.
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En la guía Michelin de este año están 616 restaurantes franceses con estrella. 57 la reciben por primera vez, como el De Boca a Oreja de Boutervilliers.
En el de Bourges, la anécdota es el tema de conversación del menú, después de haber sido premiados en la célebre guía con una estrella fugaz.